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IGLESIA DE NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO (PRADILLA DE EBRO) |
La torre se divide en altura en dos cuerpos separados por una imposta doble. Los edificios adosados en la parte baja impiden la apreciación global de la mitad de su cuerpo inferior que se presenta liso, exento de decoración, con el basamento revestido de cemento en la restauración del siglo XX. Únicamente dos pequeños y estrechos vanos tipo saetera se abren a diferente altura en dos de sus paños para iluminar la caja de escaleras.
A continuación una doble imposta separa este cuerpo del de campanas. Cada una se complementa con una pequeña cornisa, la baja a base de pequeños ladrillos taqueados que parecen dentellones, y la superior de ménsulas formadas por dos ladrillos en voladizo.
Es en el cuerpo superior, o de campanas, donde se concentra la escasa decoración en ladrillo resaltado que presenta esta torre. 3 4 5 En cada paño abre un vano en arco de medio punto para alojar las campanas, ribeteados en la parte inferior por una banda de esquinillas al tresbolillo y por otra simples o en dientes de sierra en la superior. Es curioso que, datándose en el XVI, los vanos no vayan doblados como es habitual en las torres de este siglo. Su disposición en medio punto también plantea dudas para su inclusión en el XIV, ya que lo normal sería que fuesen apuntados. La hipótesis quizás más razonable, apuntaría a una primera torre levantada junto a la iglesia en época medieval que en el XVI, tal vez por ruina del cuerpo de campanas, fue recrecida con uno nuevo que es el que actualmente contemplamos. 6 7 Sobre una imposta con ménsulas del mismo tipo ya visto en la segunda de división de cuerpos, se levanta un remate almenado de cemento, que junto con el reloj que también aparece en esta parte superior son añadidos modernos. Como muchos de las torres campanarios, esta de Pradilla luce sus nido de cigüeñas en el tejado con las correspondientes inquilinas vigilantes desde lo alto de las almenas. 8 9
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