Iglesia de San Andres de Aguilar de Campos

El último elemento reseñable de esta iglesia de San Andrés lo encontramos en la parte del coro de madera que se conserva a los pies de la nave del Evangelio. El coro apoya sobre una estructura plana de tipo alfarje.

Las catorce jaldetas de que consta la techumbre terminan en canes en forma de quilla que vuelan sobre la jácena exterior, formando un conjunto separado del alfarje propiamente dicho que sustenta el suelo del coro, sobre el que se levanta el pretil de madera que lo cierra al frente.

De su decoración pintada únicamente se conserva en parte la correspondiente a la mitad izquierda que incluye motivos heráldicos y vegetales de vivos colores. En la tabicas entre canes alternan, doblados en el interior de arcos mixtilíneos, los escudos de armas de las familias Enríquez y Quiñones, correspondientes a Fadrique I, hijo de Don Alfonso, y a su segunda esposa, Teresa de Quiñones, lo que sitúa la construcción del coro hacia 1450-1470. El espacio cuadrado del papo de la jácena se rellena con un motivo a base de grandes y voluminosas hojas de cardina.

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Los canes están formados por una parte inferior lobulada y otra superior aquillada. De su decoración lateral apenas quedan restos, apreciándose en la parte alta un motivo en forma de retícula de rombos, y en el papo esbeltas hojas de trazado muy cuidado. De la forma aquillada en que terminaban los canes únicamente se conserva el correspondiente al colindante con el muro de la izquierda, donde se aprecia un rostro de ojos almendrados y pequeña boca de abultados labios.

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En esta misma Plaza Mayor se levanta el “Rollo” jurisdiccional, uno de los más interesantes y mejor conservados de la provincia vallisoletana, que es probable que viniese a sustituir, hacia el año 1500, a una picota u horca anterior. Sobre una grada de seis escalones circulares se levanta el rolo propiamente dicho, con un pedestal octogonal, un friso de bolas, un segundo fuste cilíndrico, un segundo friso de bolas del que sobresalen cuatro canes de perfil lobulado de los que todavía cuelga alguna argolla de ajusticiamiento y remate cónico a modo de copete, nuevamente decorado con bolas.