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IGLESIA DE SANTA MARÍA (ARÉVALO) |
Del restaurado interior de la iglesia destacan el coro y las pinturas murales del ábside. El coro, también restaurado, presenta una de las armaduras de madera más relevantes del mudéjar abulense, que sustenta el suelo del coro alto. 1 Se trata de un taujel formado por cuatro paños de lazo ataujelado de nueve y de doce formando ruedas, que se completa con pinjantes de mocárabes en el almizate y mocárabes en el alicer. 3 5 En el ábside de la cabecera podemos contemplar uno de los conjuntos pictóricos más importantes del románico en Ávila. Datado en la segunda mitad del siglo XIII, en la bóveda de horno aparece un gran Pantocrator encerrado en su mandorla, y su correspondiente Tetramorfos o símbolos de los Evangelistas, sobre filacterias con sus nombres. 7 9 Debajo una inscripción incompleta en letra gótica y un friso de esquinillas con una original decoración de tipo antropomorfo aprovechando sus lados, en forma de expresivos rostros humanos barbados de difícil interpretación. Todo este conjunto se acompaña de restos de bandas en los que se aprecian motivos de zig-zag. 11 La decoración pintada se extendía además por debajo de este friso de esquinillas, por la rosca de los arcos de medio punto de las ventanas que iluminan el presbiterio y por los muros del tramo recto. De estas pinturas únicamente se conservan fragmentos y algunas figuras. La decoración floral de la rosca del arco toral que separa la nave del presbiterio hace pensar en que se trate de una obra más tardía, de los últimos años del XV o principios del XVI. 13
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