Iglesia de San Miguel de Becilla de Valderaduey

Como es habitual en las techumbres mudéjares, los espacios que se generan en la unión entre los faldones y el almizate se rellenan con tabicas que se decoran, en este caso con motivos heráldicos que permiten señalar su cronología. Se trata de los escudos de armas de los Osorio (dos lobos) y de los Guzmán (en campo de azur dos calderos de oro, gringolados de sinople y puestos en palo), además de un jarrón con azucenas en alusión a la Virgen María o al emblema de la catedral de León, todos ribeteados con un rameado exterior. Esta heráldica sitúa la construcción de la techumbre, y por ende del templo, entre 1453 y 1468.

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Sin duda, es el almizate la parte más espectacular de la techumbre. De sus seis tramos se han perdido los dos más cercanos a la cabecera. Los cuatro restantes quedan ligeramente deslucidos por unos tirantes, desafortunadamente colocados en la restauración, que ocultan en parte su vista.

El almizate lo forman seis ruedas con un motivo de lazo de doce que parte de una estrella central de doce puntas que se rellena con una dorada chella de doce gallones limitada por una línea roja. Sobre el fondo verde se proyectan los rayos que irradian de la chella. Las cintas de madera son de color marrón con una fina línea blanca en el centro.

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Los alfardones se decoran con motivos vegetales, algunos parecidos a las agallas del roble, en los que se alternan fondos oscuros y rojos.

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