Iglesia de Santa María de los Mártires de Íscar

La iglesia de Santa María de Íscar se levanta en la parte oriental de la población, rodeada de un alto pretil que hace que únicamente se pueda acceder a ella a través de la escalinata que lleva hasta su fachada principal. En su fábrica de piedra y ladrillo se distinguen fácilmente dos etapas constructivas; la primera correspondería al ábside y presbiterio de la cabecera, que podrían datarse hacia la segunda mitad del siglo XIII o inicios del XIV, mientras que las tres naves del cuerpo de la iglesia serían algo más tardías, en torno al siglo XIV. Completan el conjunto la torre campanario de planta cuadrada y la sacristía adosadas a la fachada meridional.

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El ábside de la cabecera asienta sobre un zócalo de piedra sillar, sobre el que va una zona de mampostería de la que arranca la obra de ladrillo, que se articula en tres cuerpos a base de arcos de medio punto doblados y ciegos. Los arcos, doce por cuerpo, no se disponen en vertical, sino que las jambas de los superiores van alineadas sobre las claves de los inferiores. Se remata con un friso de bandas de esquinillas inscritas en rehundidos, una por cada arco del tercer cuerpo. El alero está formado por ladrillos aplantillados en nacela.

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El presbiterio, enmascarado en parte por añadidos posteriores, arranca también de un zócalo de sillería. De la misma altura que el ábside, consta de tres cuerpos, Los dos primeros formados cada uno por tres arcos de medio punto doblados enmarcados que, esta vez sí que van dispuestos en vertical. El tercer cuerpo los arcos se sustituyen por dos casetones rectangulares colocados paralelamente y enmarcados por otro mayor de la misma anchura que los inferiores. El alero parece ser obra de alguna restauración o remodelación moderna.

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