un recorrido por el arte mudéjar aragonés
webmaster: José Antonio Tolosa (Zaragoza -España-)

MONASTERIO DE SAN ANTONIO EL REAL (SEGOVIA)


En el almizate o harneruelo el lazo de diez de los paños se transforma en uno de ocho, formando el entrecruzamiento de las cintas tres grandes octógonos en el centro rodeados de otros ocho más pequeños. Se rellenan estos huecos octogonales con pinjantes de mocárabes, que al igual que el resto de elementos de la techumbre van dorados. Los tres mocárabes centrales son huecos para permitir la ventilación de la techumbre y una posible sujeción de lámparas. Los cuatro grandes huecos hexagonales se cubren con motivos vegetales, al igual que el resto que genera el entrecruzamiento de los arcos.

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Como es habitual en este tipo de techumbres, el paso del cuadrado al octógono se hace mediante la colocación de cuadrales en las esquinas, quedando así un espacio triangular entre éstos y el friso que recorre los muros.

El tablero que cubre este espacio desarrolla un motivo de lazo de ocho que parte de una red de cuadrados de lados quebrados que se interseccionan en los ángulos formando otros cuadrados más pequeños. Los lados quebrados de los cuadrados dan lugar a un ángulo entrante. El resultado es que los cuatro ángulos rectos entrantes de los lados y los cuatro ángulos rectos entrantes por intersección de los cuadrados mayores dan lugar a un espacio estrellado de ocho puntas dentro de cada cuadrado mayor y otro espacio estrellado menor entre cada cuatro cuadrados mayores. Las intersecciones de los cuadrados mayores en los ángulos forman un pequeño espacio cuadrado.

Espacios estrellados y octogonales se rellenan con motivos vegetales y florales, excepto la estrella central que lo hace con un pequeño pinjante de mocárabes.

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La techumbre apea sobre un elaborado y amplio friso por encima de una faja de yeso que lleva la siguiente inscripción: “Beati qui habitant in domo tua, Domine; in secula seculorum laudabunt te” (Bienaventurados los que moran en tu casa, Señor; y te alaban por los siglos de los siglos).

Todo el friso lleva decoración labrada dorada sobre fondo azul. En su parte cuadrada se inicia con dos motivos de tipo gótico flamígero, más ancho el superior, separados por un cordón franciscano. En el centro de los paños y en las esquinas del segundo se disponen escudos de armas del rey Enrique IV orlados por ramos de granadas.

En la parte ochavada del friso, el primer durmiente correspondiente a los cuadrales de las esquinas, lleva un motivo de cuadrifolios inscritos en rombos. Separa este motivo del superior, al igual que en el resto del friso, un cordón franciscano. Este segundo durmiente desarrolla un elaborado motivo a base de círculos y tetralóbulos. A continuación, el mismo motivo del primer durmiente. Continúa el friso con un tema de círculos encadenados a semicírculos arriba y abajo, rellenando los huecos con tetralóbulos y otros motivos góticos. Por último, en el tablero superior se desarrolla una malla de círculos en los que se inscriben tetralóbulos.

 

 
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