Tarazona (Iglesia de San Francisco)

Cuenta la tradición que fue el propio San Francisco de Asís quien a su paso por Tarazona en 1214 en su peregrinación a Santiago de Compostela, instauró una comunidad de frailes menores, para lo que contó con el apoyo del obispo y del cabildo catedralicio quienes le donaron la ermita de San Martín de Eras, próxima a la Catedral, para que les sirviera de oratorio. Sin embargo, documentalmente la fundación del convento de San Francisco se sitúa en fecha más tardía, a partir de 1270.

Tras la desamortización de 1835, las dependencias conventuales sufrieron diversos avatares, quedando en la actualidad la iglesia, convertida en parroquia desde 1983, y el claustro anexo, recientemente restaurado y del que espero poder ofrecer en breve imágenes, al igual que del interior del templo, sobre todo de la cúpula con yeserías de tradición mudéjar que cubre el trasagrario.

La iglesia en su aspecto actual es fruto de las modificaciones y ampliaciones que van desde su primitiva fábrica del siglo XIV hasta las últimas reformas de principios del XX. Al interior presenta nave única de cinco tramos con capillas laterales entre los contrafuertes y cabecera poligonal de cinco lados, todo cubierto con bóvedas de crucería estrellada cuyos nervios arrancan de ménsulas profusamente decoradas.

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Del exterior nos interesa el ábside con su decoración mudéjar a base de rombos y esquinillas, tal y como corresponde a las fechas de su construcción, entre 1523 y 1542. Como es habitual en lo mudéjar, el ábside carece de contrafuertes en las esquinas y los motivos decorativos se concentran en la parte alta en forma de una banda de esquinillas al tresbolillo entre dos en dientes de sierra, para continuar con una franja de rombos por debajo de la línea de ménsulas en forma de pirámide invertida que sustenta el alero del tejado.

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